Orgullosos. Así se pueden definir los nuevos pensadores de Keyline, hombres que han dado su vida por un proyecto partido hace casi 250 años atrás en las espléndidas tierras de Cadore en Italia.
Hoy se lanza un mensaje global donde el protagonista más esperado de Keyline, Massimo Bianchi, desafía a la crisis declarando: “En este territorio podemos encontrar todos los recursos necesarios para servir a nuestros clientes en todo el mundo”.
Toda la producción de llaves y máquinas duplicadoras mecánicas y digitales, afirma el número uno de Keyline, se encuentra exclusivamente en Conegliano Veneto, en la misma tierra que ha contado los éxitos de una dinastía de cerrajeros ligados a las tradiciones y a la cultura local.
Los mejores productos en el mundo no sólo se diseñan en Italia, sino que se producen, se ensamblan, se confeccionan y sucesivamente se envían a todo el mundo.
Una historia rica de pasión y continuidad generacional que involucra a todos los operadores que trabajan en la empresa, a los proveedores locales y a los entes territoriales.
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